jueves, 30 de junio de 2011

DIARIO DEL MAGNI: Frío corazón (2° parte)

Ya hablé sobre los problemas que trae la temperatura polar en una relación. La cosa es que cuando tu novia empieza a los gritos, llantos y reproches por tu negativa a salir con ella a causa del frío, ahí no termina el problema. Ahí comienza.


Después de la discusión, la noticia no quedará solo para ustedes dos, si no que será propagada inmediatamente por la susodicha señorita, haciendo la catarsis correspondiente, por todos los medios posibles: vía telefónica y celular, sms, chat, redes sociales, señales de humo y telegrama certificado.


Todas sus amigas, amigos, hermanos y familia sabrán de tu actitud, e incluso desconocidos que figuren como “amigos” en Facebook también se enterarán. Te van a escrachar de lo lindo.


La familia entera de tu novia te va a convertir en el hazmereir del almuerzo del domingo. Pero ellos no nos preocupan –mientras no sean como los Borgia-, a excepción de su elemento más peligroso: la madre.
Esa señora con cara de buena que te invita siempre a cenar a su casa diciendo “Qué chico amoroso”, pero que al irte no hará otra cosa que defenestrarte con su hija, para que deje de salir con vos (“Nena, es un salame! ¿Que tiene frío, qué excusa es esa??”) y dejarte muy mal parado.


¿Saben eso de que hay que prestar atención a cómo es la madre de tu novia, porque tu futura esposa va a ser igual a ella cuando sea más mayor? Bueno, es el mejor consejo que se puede tener en cuenta.


Vieja bruja... (digo, suegrita divina…!)
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